Patrimonio Arqueológico
1719
page-template,page-template-full_width,page-template-full_width-php,page,page-id-1719,eltd-core-1.2.1,borderland-theme-ver-2.5,ajax_fade,page_not_loaded,smooth_scroll,paspartu_enabled,paspartu_on_top_fixed,paspartu_on_bottom_fixed, vertical_menu_with_scroll,wpb-js-composer js-comp-ver-7.7.2,vc_responsive

Descubrir Suances

Patrimonio Arqueológico

q
CUEVA DE LAS BRUJAS

“Se dice, se cuenta, que de una cueva cerca de Suances, llamada Cueva de las Brujas, partió durante siglos una caravana de muerte y misterio, una tropa de hechiceras y magas que volaban los cielos de nuestra tierruca maldiciendo y portando saberes ancestrales usados para el mal y la adoración del maligno. La sabiduría popular ha mantenido hasta hoy la memoria de una ruta prohibida y mágica que tenía como inicio Ongayo y como meta Cernégula (Burgos)….tal y como dice una conocida copla popular: “De la cueva de Ongayo / salió una bruja / con la greña caída / y otra brujuca. / Al llegar a Cernégula/ ¡válgame el Cielo! / un diablo cornudo / bailó con ellas. / Por el Redentor, / por Santa María, / con el rabo ardiendo / ¡cómo bailarían…!”

 

Leyendas populares aparte, el misterio que encierra esta cavidad, a la que se llega desde el barrio de La Gerra a través de un camino carretero que conduce a una finca particular en la que se ubica la entrada, se vislumbra nada más acceder a su inmenso vestíbulo descendente. La cueva de las Brujas, -que se encuentra cerrada al público aunque se puede visitar tras previa solicitud a la Consejería de Cultura del Gobierno de Cantabria-, conserva manifestaciones rupestres que podrían corresponder al Paleolítico Superior. Declarada Bien de Interés Cultural en 1997, se conoce desde el siglo XIX gracias a las investigaciones de Pérez del Molino, aunque su valor científico se consolidó tras los hallazgos de mediados de los 80 del pasado siglo.

 

Las excavaciones desvelaron restos de sigillata, cerámicas hechas a mano, conchas y huesos humanos en la rampa de entrada, así como una pieza de sílex en la superficie. También cerca de la boca se conservan grabados fusiformes mientras que más en el interior existen varios paneles de grabados tipo macarroni no figurativos. Se trata de signos que se realizaban pasando las yemas de los dedos por arcilla fresca de las paredes y techos de la cueva. Esta técnica se ha encontrado también en todo el área geográfica circundante, incluida la Cueva de Altamira, por lo que los investigadores sitúan su cronología, de forma aproximada en una fase antigua del Paleolítico Superior, entre el Auriñaciense y el Solutrense.

 

La Cueva de las Brujas se divide en varias galerías de escasa profundidad que finalizan pronto, siendo la de mayor desarrollo la que se sitúa en la parte izquierda. También son destacables las abundantes formaciones que posee la cavidad, por lo que su visita, desde todos los puntos de vista, es altamente recomendable.

 

Por último, cabe destacar que en los alrededores de esta cueva se han encontrado diversas monedas, tejas y restos de mosaico de la época romana, así como diversos materiales cerámicos.

MOTA DE TRES PALACIOS

Este yacimiento, también ubicado en Hinojedo, alberga restos de un castillo medieval construido sobre una llanura. La importancia de estos restos, incluidos en 2003 en el Inventario General del Patrimonio Cultural de Cantabria, reside en su excepcionalidad, ya que el paraje albergaba un notable elemento arquitectónico defensivo, con anillos amurallados similares a los que predominan en el Norte de Europa. La estructura de la Mota podía llegar a tener un diámetro de 76 metros, tal y como han establecido los arqueólogos en sus últimos estudios.

 

Cabe destacar por último otro yacimiento, datado en el Hierro II, que alberga el municipio de Suances. Ubicado en lo alto del Monte Cortiguera se ha encontrado un castro con terrazas defensivas en las cuales se han recuperado restos de cerámica.

EL CASTRO DE HINOJEDO

En la ladera sur del monte Masera, perteneciente a la localidad de Hinojedo, se descubrió otro importante yacimiento gracias a la progresiva erosión del terreno. El hallazgo, en la década de los 90 del pasado siglo, ha servido para datar y estudiar la época del Calcolítico o Edad del Cobre en Cantabria, con relevantes pruebas de la bulliciosa actividad humana asentada en este lugar. Los numerosos restos encontrados en una superficie de varios miles de metros cuadrados, evidencian una notable industria lítica (de más de 1.300 piezas) con un absoluto predominio del sílex y una pequeña muestra de cuarcita, que eran los materiales dominantes en la zona. La estructura técnica revela una mayoría de lascas, así como muescas, retoques y denticulados que constatan la existencia de un auténtico complejo industrial. También en El Castro se recogieron dos fragmentos de cerámica de la misma época, que son los únicos hallados en un yacimiento al aire libre del Calcolítico.